jueves, 13 de diciembre de 2012

¡¡¡NOS VAMOS DE BELENES!!!

¡¡¡Buenos días mundo!!!


No dejo de sorprenderos ultimamente, hoy os voy a contar otra cosita más sobre mí, soy una apasionada del arte y de la historia del arte, tanto es así, que en la PAU (Prueba de Acceso a la Universidad) me gratificarón con la máxima nota en el exámen de Historia del Arte, que
lejos queda aquello, pero bueno el gusto y las ganas por aprender y contemplar el arte siguen en mi aún.

En la Navidad son muchas las muestras de artes que se dan cita en las numerosas ciudades del mundo, música (coros) y los tradicionales y afamados belénes. La tradición belenística caló profundamente en el gusto español. Gracias a ello, podemos contemplar hoy en día excelentes belenes del XVIII. En sus conjuntos podemos apreciar la
minuciosidad de los trabajos de escultores y demás artesanos que dejaron un vivo documento de su tiempo.

¿Nos vamos de belénes? ¿Si? ¡vamos a visitar los mejores eh!, ¡así que a agudizar los sentidos que nos vamos!



Antes de empezar a visitarlos me gustaría hablar de un escultor español muy popular en el mundo del arte por sus belénes y esculturas de temática religiosa. Si os parece os cuento algo de él y su belén, para mí sin duda el más bonito de España.

FRANCISCO SALZILLO

Francisco Salzillo y Alcaraz (Murcia, 12 de mayo de 1707 - 2 de marzo de 1783) fue un escultor barroco español, considerado como el más representativo imaginero del siglo XVIII español y uno de los más grandes del Barroco. Salzillo se dedicó en exclusiva a la temática
religiosa y supo plasmar en su estilo los cambios que se fueron produciendo durante el siglo XVIII, lo que se vio plasmado en una escultura de transición hacia el rococó y el neoclasicismo, así como en diversos cambios que se fueron produciendo en el taller que
heredó de su padre, él también escultor e imaginero, Nicolás Salzillo.

Su vida transcurrió enteramente en la ciudad de Murcia que, hoy día, cuenta con un museo dedicado a su obra, el Museo Salzillo, que alberga algunas de sus obras más características, como el belén o los ocho pasos que procesionan el Viernes Santo en la llamada procesión de los Salzillos.



El belén de Salzillo realizado a partir de 1776 por encargo de su amigo Jesualdo Riquelme y Fontes para decorar su palacio, y culminado por Roque López. Está compuesto por 556 figuras de 25-30 centímetros realizadas en barro cocido, madera y cartón. Basándose en
los Evangelios de San Mateo y de San Lucas, Salzillo va relatando la historia bíblica del Nacimiento de Cristo, desde la Anunciación a la Huida a Egipto, compaginando las escenas religiosas con otras de carácter popular o costumbrista, siendo fiel reflejo de muchas de las tradiciones de la época. Basado en origen en la tradición del Pesebre
napolitano, crearía una auténtica escuela de belenes que perdura en Murcia hasta nuestros días.

El escritor y erudito Javier Fuentes y Ponte fue el autor del primer catálogo descriptivo de este belén en 1897. En 1909, el belén salió de Murcia con el objetivo de ser vendido, siendo expuesto en 1914 en el Museo Arqueológico Nacional y tasado en 165.000 pesetas. La obra regresó a Murcia en el año 1915, cuando el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes autorizó su compra para el pueblo de Murcia por 27.000 pesetas. En un principio estuvo situado en el Museo de la Trinidad, siendo trasladado en 1956 al Museo Salzillo.

El Belén de Salzillo ha sido expuesto en dos ocasiones en la ciudad de Madrid. La primera fue en 1961 en el Museo Nacional de Artes Decorativas, y la segunda en 1998 en el Palacio Real. Asimismo, en 1999 tuvo lugar una exposición en la sala Braccio di Carlomagno de la
Ciudad del Vaticano, donde se mostraron las principales figuras del mismo.



PALACIO REAL: EL BELÉN DEL PRÍNCIPE EN MADRID

A su llegada al trono de España en 1759, Carlos III impuso su afición belenística. El Belén del Príncipe se trataba de un obsequio para su hijo, el futuro Carlos IV. De ahí su nombre. Según las referencias documentales, este conjunto podría haber alcanzado la cifra de 6 mil
figuras. Sin embargo, en momentos posteriores el Belén sufrió diversas dispersiones, recabando muchas de sus piezas en distintos museos y en manos particulares.

En la actualidad se exponen alrededor de 150 piezas restauradas en 1987. Su extensión nos da idea de la grandilocuencia de este Nacimiento, ya que llega a ocupar 36 metros cuadrados. En la confección original del Belén, participaron los artistas de mayor renombre del siglo XVIII de Nápoles. Y una vez en España, escultores de gran fama como José Ginés o José Esteve Bonet fueron completando el Nacimiento a lo largo de los años.




BELÉN DEL MUSEO NACIONAL COLEGIO SAN GREGORIO, VALLADOLID

Este Belén fue adquirido por el Ministerio de Cultura en el año 1996 a los hermanos García de Castro. Estos coleccionistas habían recopilado distintas piezas a lo largo de los años hasta conformar el conjunto que atesora el museo vallisoletano. Se trata de piezas anónimas y de diversas procedencias que hoy conforman una escena representando el
típico belén napolitano. Este es uno de los mejores belenes napolitanos de nuestro país.

Son 184 figuras humanas en las que podemos encontrar todos los tipos imprescindibles que configurarían un Nacimiento del siglo XVIII. Según Rosario Fernández González, destacan las parejas de figuras que representan tipos populares de Nápoles, o los excelentes conjuntos de animales. Por último, habría que señalar la gran cantidad y calidad de accesorios, por ejemplo los instrumentos musicales.




BELÉN DE LA FUNDACIÓN MARCH EN PALMA DE MALLORCA

Propiedad de una entidad privada, este Belén es uno de los mejores nacimientos conservados en España, siendo su calidad artística comparable a los que ya nos hemos referido. Fue adquirido en 1970 por Bartolomé March en Italia. Se trata de un conjunto de más de 800 figuras y cerca de 2 mil piezas diversas. En su realización, los expertos han querido ver la mano de uno de los belenistas napolitanos más famosos del XVIII, Giuseppe
Sanmartino. Destacan las escenas del Misterio con el coro angelical, o los Reyes Magos y sus cortejos. Es, quizá, uno de los ejemplos más representativos del Belén napolitano del último cuarto del siglo XVIII.



EL BELÉN DEL MUSEO NACIONAL DE CERÁMICA, VALENCIA

El Ministerio de Cultura adquirió este belén en el año 2002 en una subasta. A partir de su ingreso en el Museo Nacional de Cerámica, todo el conjunto fue sometido a diversos procedimientos de restauración debido a algunas deficiencias en su conservación.

Este Belén consta de un total de 29 figuras cuyos tamaños varían desde los diez a los cuarenta centímetros. Encontramos la escena típica de un Nacimiento, como es la representación del Misterio con la Virgen, San José y el Niño Jesús. Este tema central se acompaña de las figuras de los Reyes Magos y de los pastores, junto a un par de ángeles. Como otros belenes conservados en museos españoles, se ha recreado el escenario donde se situarían las distintas imágenes.




BELÉN MONUMENTAL EN EL PARQUE DE LA FLORIDA EN VITORIA

El nacimiento más visitado y más famoso de Vitoria es el Belén Monumental de la Florida. Cada Navidad, la magia se adueña de los jardines y senderos del parque, una tradición que se remonta a 1962.

En aquel momento sólo aparecían el nacimiento de la gruta, el misterio de la Anunciación y la imagen de un arriero con un burro. Hoy lo componen más de 300 figuras, muchas a tamaño real, entre pastores, animales y objetos decorativos.

Además, cuenta con más de treinta escenarios que se distribuyen entre herrerías, molinos, granjas o el palacio de Herodes.



BELEN SAN JAVIER, MURCIA

El belén monumental de San Javier conocido como "Belén de España" por su extensión, con más de 520 metros cuadrados que los convierten en uno de los mayores de Europa al aire libre.


El Belén municipal que construyó por primera vez en 1969 con una extensión de 130 metros cuadrados y unas 125 figuras, alberga en la actualidad más de 1.200 figuras, de fabricación murciana, muchas de ellas firmadas por los artesanos Serrano y Jesús Griñán. El belén se
caracteriza asimismo por su más de 26 escenas con movimiento y su realismo paisajístico y de detalle, como la huerta.

Más allá de sus dimensiones, el Belén, que dirige José Antonio Garnés, y que cada año reciben miles de visitas, resulta especialmente atractivo por la enorme cantidad de escenas costumbristas que incorpora, a toda la representación de la vida de Jesús, todas ellas
de marcado carácter regional, como el molino de pimentón, oficios como el de alpargatero, y otros tantos.




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